Con motivo de la tercera edición deI foro económico ‘Wake Up Spain’, organizado por El Español, Invertia y D+I (Disruptores e Innovadores) bajo el lema “Impulsar el cambio en momentos de incertidumbre”, he expuesto la estrategia de sostenibilidad del grupo en la gestión de los recursos naturales, en el contexto actual de creciente escasez hídrica.
Por ello, he destacado el valor de la reutilización del agua para hacer una gestión sostenible de los recursos con el objetivo de garantizar su disponibilidad. El agua debe ser un eje central de los gobiernos para el cumplimiento de los ODS. Y el éxito estará en la participación y la colaboración público-privada.
Desde nuestro grupo, aportamos la tecnología y el conocimiento frente a una gestión tan necesaria para la sostenibilidad en estos tiempos como es el agua. Mediante la economía circular, entendemos cómo convertir los residuos, tanto en el tratamiento de agua potable como en el de agua residual, en materia prima para otro estilo de tratamiento. También mediante la energía descarbonizante. Así avanzamos en la transformación ecológica en todo el sistema integral del ciclo hidráulico: regeneración del agua, 0 residuos y 0 consumo energético. Nuestro paso adelante es que todo el sistema integral del ciclo hidráulico sea en economía circular.
Es en este sentido que debemos pensar qué podemos hacer para mitigar o adaptarnos a esta realidad en nuestro país. España siempre ha sufrido de escasez hídrica, sobre todo las zonas mediterráneas. No se puede desperdiciar agua y, por lo tanto, esta agua tiene que ser regenerada.
Ahora la mayoría del país está con las reservas adecuadas, excepto la cuenca mediterránea. Tenemos un estado de estrés en toda la zona de la Costa del Sol, pero sobre todo un estado de excepcionalidad en el área metropolitana de Barcelona y en las cuencas internas. Nuestras reservas de embalses están al 27 % y, por lo tanto, ya estamos en medidas de emergencia, en cómo somos capaces de disponer de más recursos.
En estos momentos, en el área metropolitana de Barcelona, ya se reutiliza un 20 % de las aguas residuales tratadas y, junto con la desalación y con un sistema integral de tratamiento de las aguas subterráneas, probablemente es lo que nos va a permitir superar el estrés hídrico habitual, que se acentúa en estas fechas con lo que llamamos sequía.
Pero, esto es un estado habitual, con lo cual tenemos que desvincular el servicio urbano de suministro a las personas del riego para la agricultura. No debe haber una competencia entre los dos usos. La única manera de hacerlo es la regeneración de las aguas. Tenemos la tecnología, el conocimiento, la capacidad de gestión; simplemente necesitamos gobernanza para que no dependamos de las lluvias y eliminemos el peligro de las restricciones de agua por la sequía.
Debemos pensar que, en el 2050, el 75 % de la población mundial vivirá en ciudades y habrá un incremento de la población, por lo que se necesitará más agua y más agricultura. Pero debemos hacerlo de forma sostenible. Hay regiones, como Murcia y Almería, que regeneran el 90 % del agua y se destina para el sector agrícola. De esta manera, garantizamos el suministro para las persones y que la agricultura también disponga de agua. Y es en este sentido también que se deben modernizar los regadíos para evitar pérdidas de agua y ser más eficientes.
Necesitamos una gobernanza que, amparada en un plan estratégico y mediante la colaboración público-privada, nos permita avanzar en la transformación ecológica y en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Nosotros tenemos la capacidad de gestión, la experiencia, la tecnología y el conocimiento; y, por su parte, las Administraciones deben poner objetivos, saber cuáles son las necesidades del ciudadano, controlar esa gestión e impulsar ese plan estratégico. Creo que esa es la clave del éxito.
Este éxito es posible si todos cooperamos y actuamos de forma global. Desde nuestra parte, con el propósito de mejorar la vida de las personas gestionando el agua de una manera sostenible, impulsamos un modelo empresarial comprometido con todos nuestros stakeholders: nuestros trabajadores, nuestros clientes, nuestro compromiso con las Administraciones, con los proveedores… Y también mantenemos un compromiso con la sociedad, porque en cada actividad que cada uno de nosotros realizamos, estamos desarrollando acciones sociales en cada territorio para complementar nuestra gestión. Porque, en definitiva, nuestro servicio, es un compromiso con la sociedad.