Este texto, corresponde al discurso de Ángel Simón, presidente de Agbar, en el acto de entrega de la Medalla de Honor al Empresario del Año, concedida por Foment del Treball en el marco de los Premios Carles Ferrer Salat el 21 de diciembre de 2020.
Vicepresidenta del Gobierno de España. Vicepresidente de la Generalitat de Catalunya. Teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona. Ministro Illa. Concejala Ballarín. Presidente de Foment del Treball. Amigas, amigos. Podéis imaginaros la ilusión que me hace estar hoy aquí con todos vosotros y, por tanto, en nombre de todos los galardonados y, evidentemente, en el mío propio, quiero agradecer a Foment que nos haya otorgado este premio. Siempre es un honor estar en Foment, siempre es un honor que tus compañeros de asociación te den un premio, pero sobre todo la ilusión es aún mayor con el Foment que tenemos hoy, algo que le debemos agradecer a Sánchez Llibre. Un Foment que forma parte de la ciudad, de Cataluña, y que es escuchado. Su opinión es tenida en cuenta por todas las instituciones y por la sociedad civil y, lo que no es menor, si Foment opina algo, el pacto es obligado.
Por eso estoy todavía más contento de recibir este premio. También quiero agradecer el premio porque es un reconocimiento colectivo que se da a Agbar, es un galardón a los 18.000 trabajadores que formamos parte de esta compañía, en la que todos hemos trabajado en equipo, contentos de poder asegurar este suministro, y que además lo hacemos, como lo hemos venido haciendo siempre desde los 153 años que tenemos de fundación de esta sociedad, porque formamos parte de esta ciudad, formamos parte de esta sociedad, y tenemos un compromiso claro como empresa, un compromiso de servicio, un compromiso con la ciudadanía.
Sabemos, porque lo hemos hecho desde hace muchos años, que no podemos dejar a nadie atrás y lo seguiremos haciendo. No hemos cortado nunca el agua ni se la vamos a cortar a aquellos que no la puedan pagar. Y tenemos, además, un compromiso de pacto social hacia el futuro. Nuestra empresa tiene un contrato social con la ciudadanía. Lo hemos dicho muchas veces y hoy, si me lo permiten, quiero volver a decirlo. Tenemos un pacto social por la innovación. Somos pioneros en este tema. Tenemos un pacto social por la calidad en el trabajo, por la calidad en el empleo, por la formación permanente de todo el equipo que forma parte de Agbar. Tenemos un pacto social por la inclusión. Y tenemos un pacto social por la excelencia en el servicio. Dentro de estos agradecimientos también quisiera hacer alguno de tipo personal, porque todos nosotros tenemos una historia en la que hemos tenido referentes. Recibir el premio Carles Ferrer Salat es un referente, no solo de la actividad empresarial, sino que también de compromiso a la inserción en la sociedad. Es un referente en cuanto a proyecto común.
Un referente para mí fue Pasqual Maragall. ¿Qué aprendí de él? Pues que esta ciudad, Barcelona y su área metropolitana -no se entiende Barcelona sin ella-, es una ciudad ilusionante, de la que todos los que vivimos aquí nos sentimos orgullosos, y vamos por el mundo con el nombre de Barcelona. Es una ciudad que necesita consenso, pacto y un proyecto ilusionante del que todos nos sintamos partícipes. Y esto se hace con la colaboración público-privada. Esto es lo que aprendí de Pasqual. Después está Ricard Fornesa, el anterior presidente que tuve en Agbar. De él aprendí todo lo que se puede aprender de la vida empresarial: la ilusión por crecer, la ilusión por la internacionalización, cómo tienes que trabajar con los equipos, con los clientes. Fornesa me lo enseñó todo.
Por desgracia, ninguno de los dos y por distintos motivos están hoy aquí. Me hubiera gustado muchísimo poder compartir este premio con ellos. Hay un tercer referente, de quien aprendo todos los días y lo seguiré haciendo en el futuro, que es Isidre Fainé. Así pues, no os diré nada que no sepáis de sus virtudes y no haré ninguna referencia a sus cualidades, que todos conocéis. Quiero seguir aprendiendo durante muchos años de Isidre como he aprendido de todos los demás.
Y si os parece, unas palabras sobre el futuro. Siempre hay que hablar de futuro.
Un futuro en el que hay que creer, ser optimista, porque no nos faltan las ganas de trabajar y no nos falta el compromiso. Un futuro que, afortunadamente y en cierta medida, nos lo han puesto fácil. Es un futuro que viene marcado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En nuestro caso, el número 6 es fundamental, el que se centra en el agua y saneamiento de calidad. También el número 1, indiscutible, sobre la lucha contra la pobreza. Y no quiero olvidar el número 17, el de la cooperación.
Nada de todo esto va a ser posible si no hay cooperación entre todos nosotros, entre todas las instituciones. Y una vez más, no será posible sin la colaboración público-privada. Tenemos ante nosotros el reto más importante, que son los fondos Next Generation. Hay que saber escoger cuáles son los proyectos fundamentales y, además, hay que ejecutarlos con eficiencia y rapidez. Estos son los dos puntos clave de lo que nos presenta ese futuro inmediato.
Tenemos que saber aprovechar estos fondos. Y una vez más, tendrá que ser bajo la premisa del acuerdo y la cooperación. Tengan claro que las empresas vamos a estar ahí para que esto pueda ser posible. Cuenten con nosotros. La colaboración público-privada va a ser básica para que esto se pueda hacer. Y, cómo no, no podemos olvidar el agua. Si el agua es fundamental para que los ODS se puedan cumplir y es un elemento transversal en todos ellos, obviamente volverá a ser y tiene que ser otro elemento esencial en estos fondos Next Generation.
Para terminar, tenemos un proyecto importantísimo, que resume lo ya expuesto: colaboración público-privada, cooperación, innovación, internacionalización. Y en esa dirección, en Agbar nos hemos marcado un objetivo: colocar el hub del agua como referente internacional, mundial, de la innovación aquí, en la ciudad de Barcelona. Seguiremos trabajando para que esto sea posible. Muchísimas gracias. Muy felices fiestas y un mejor año 2021.