Incombustible, genial, revelador Nicanor Parra, un poeta y relatador universal. Valedor de una curiosidad refrescante que traspasa fronteras, portaestandarte de una sensibilidad no desprovista de cierta ironía, su naturaleza observadora nos alerta e invita a mirar más allá, a mantener vivo el espíritu científico y de mejora constante.
La sintonía entre lo local y lo universal palpita en la poesía de Nicanor Parra, cuya obra -como la realidad de Chile, su patria- me es cercana, aunque sólo sea porque de manera recurrente he acudido a ella buscando un cierto orden, una manera de ver las cosas que, aunque concebida en un entorno concreto, tiene aplicabilidad transfronteriza. La lógica de su poesía no conoce de distancias ni atiende a impedimentos terrenales. Su frescura bate alas, invita a la reflexión, fluye como el agua.
Del sentir y la manera de ser de Chile dan testimonio sus poetas y artistas. He visto a Nicanor Parra plasmar un pensamiento, una idea con potencial de transmutar en innovación, literaria, de alcance universal. Y siempre sin perder la cercanía con el entorno que le vio nacer, conjunción artística de esa dualidad que conforman lo global y lo local. Artistas laureados o no, pero todos testigos del desarrollo y los avatares de un país que hoy es referencia mundial en muchos ámbitos.
Publicado en el libro Rojo de Parra por Aguas Andinas en colaboración con la Universidad Católica