En el desempeño de nuestro trabajo diario hay un denominador común que abarca todos los ejes en los que desarrollamos nuestra actividad. Se trata de la búsqueda de la excelencia, una característica esencial que es ya seña de identidad y exigencia en todas las iniciativas que llevamos a cabo.
Me gustaría destacar algunos ejemplos y algunos reconocimientos, que siempre nos alientan a seguir trabajando en la línea trazada, sobre todo si proceden de nuestros usuarios – principales destinatarios de nuestra labor-, como ocurre con Aigües de Barcelona. Según los datos obtenidos en el Barómetro del Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR), primera encuesta de carácter anual que mide la satisfacción y la evolución de la valoración ciudadana de los servicios públicos municipales, la gestión del agua alcanza un 79% de satisfacción. Un magnífico resultado que nos anima a seguir implantando medidas que mejoren nuestra relación con el ciudadano a través de figuras como el Customer Counsel, clave para el diálogo con los clientes a través de la mediación y la implantación de mejoras en los procesos de atención al cliente.
En ocasiones los reconocimientos llegan desde las administraciones públicas, con quienes mantenemos una estrecha colaboración, pues entendemos que los objetivos comunes deben alcanzarse trabajando de forma conjunta, más si cabe al tratarse de cuestiones prioritarias y vitales como es el agua. Recientemente, Canaragua ha obtenido el premio a la Excelencia Empresarial del Gobierno de Canarias en la modalidad de mediana y gran empresa. Un reconocimiento que destaca nuestro buen hacer en cuestiones esenciales- que son parte de nuestro ADN- como la innovación, la sostenibilidad, el diálogo y el desarrollo local.
El galardón supone un impulso para seguir avanzando en las líneas estratégicas que nos hemos marcado pero, sobre todo, suponen un reconocimiento al esfuerzo y dedicación constante de los más de 800 profesionales que son parte del grupo Canaragua.
Dentro de nuestra estrategia empresarial, la innovación y el fomento del conocimiento ocupan un lugar destacado, bajo la premisa de que sin estos elementos no podremos dar respuesta a los retos del agua a nivel local y global. Por eso cualquier impulso en esta línea nos ayuda a seguir avanzando en el desafío de ofrecer soluciones a aspectos como la escasez hídrica o el suministro de agua potable en calidad y cantidad suficiente para todos.
En este sentido, el Centro Tecnológico del Agua (Cetaqua) es un referente tanto a nivel nacional e internacional. Este centro originado en Barcelona, obtuvo en 2016 el Premio Nacional al Partenariado Público-Privado en Investigación e Innovación 2016 otorgado por la Generalitat de Catalunya y la Fundació Catalana per a la Recerca i la Innovació. La extensión en Galicia ha sido reconocida por el Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España como Centro de Apoyo a la Innovación Tecnológica. De este modo, Cetaqua Galicia se ha convertido el primer Centro de Apoyo a la Innovación Tecnológica a nivel nacional, de los doce existentes dedicado en exclusiva al agua y el medioambiente.
Dentro de la línea estratégica mencionada se encuentra Dinapsis, el primer centro de innovación vinculado a la gestión sostenible del agua y el territorio, impulsado por SUEZ e Hidraqua, que inauguramos este año en Benidorm (Alicante). Justo este mes nos comunicaban que el centro ha sido reconocido con el Premio Importantes 2017, que otorga el diario alicantino Información, por haberse convertido en este escaso tiempo de trabajo en un referente en tecnología, investigación y gestión de agua.
También en Alicante, el ayuntamiento de esta localidad recibió el pasado 18 de enero el Premio Ciudad Sostenible en la categoría de gestión del ciclo del agua por el proyecto de Gestión Sostenible del Parque Urbano Inundable La Marjal. El reconocimiento, que otorga Fundación Fórum Ambiental con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, destaca la gestión sostenible del recurso que realiza este parque desarrollado por Aguas de Alicante.
La infraestructura se encuentra junto a la playa de San Juan y tiene capacidad para almacenar hasta 45.000 metros cúbicos. Su construcción se realizó bajo estrictos criterios de sostenibilidad, tal y como relataba en este artículo. Asimismo, la iniciativa tiene un importante componente social al haberse convertido en una nueva zona de recreo integrada en el entorno con un alto valor paisajístico y medioambiental.
Los anteriores son solo algunos ejemplos que nos empujan a seguir por este camino de excelencia empresarial, que nos permitirá ser útiles a la sociedad en un sector cuya materia prima, el agua, es tan esencial para la vida. Los reconocimientos, como decía al inicio, nos ayudan a avanzar sin olvidar la responsabilidad que tenemos en tanto que gestores de un derecho humano.