Llevamos ya mucho recorrido en la Escuela del Agua. Hoy día ya es referente formativo de los profesionales del sector, no solo en España sino también en muchos países de habla hispana. Estoy seguro de que en el futuro, seguiremos abriendo fronteras.
Vivimos en una época de grandes retos, tanto humanos como ambientales, y el agua es uno de los elementos en el que confluyen todos estos elementos. Por eso es importante disponer de profesionales del agua cada día más cualificados en todos los perfiles que intervienen en la gestión: operarios, responsables, técnicos o directivos. La Escuela del Agua está creada precisamente para acompañar en la necesidad de seguir transformándonos para hacer frente a los retos, poniendo a disposición de los profesionales y, en definitiva, de la sociedad el conocimiento y la experiencia adquiridos a lo largo de los ciento cincuenta años de historia de nuestra compañía.
Desde siempre hemos tenido la convicción de que la formación es clave en nuestro desarrollo, no solo en el ámbito operativo sino también en nuestra visión integral como gestores. Hemos evolucionado de la gestión de infraestructuras a la gestión del conocimiento – esta es una cita que ya hemos acuñado como algo muy propio nuestro-. Este es el paso que verdaderamente necesitamos en una sociedad digital como la que tenemos hoy, un paso que nos permita avanzar de estar ligados a unas infraestructuras, a un territorio, a estar en el mundo. Así pues, que lo que nosotros aportemos no sea la gestión territorial de las infraestructuras, sino que sea la gestión del conocimiento y que, por lo tanto, podamos ir a cualquier lugar del mundo.
La Escuela del Agua no es un hecho aislado en nuestra compañía. Es algo que acompaña una serie de actuaciones conjuntas que desarrollo a continuación. La Escuela del Agua arranca en 2004 que, en colaboración con la Universidad Politécnica de Cataluña, lanza la primera edición del máster corporativo que en aquel momento se denominó ‘Tecnología y Gestión del Agua’.
Paralelamente a todo esto, en 2006, Aigües de Barcelona impulsó el Centro Tecnológico del Agua, el Cetaqua, otra fórmula de colaboración y de cooperación – cuyo décimo aniversario celebramos este año-, una vez más con la Universidad Politécnica de Cataluña y con el Centro Superior de Investigaciones Científicas.
En 2008 dimos otro paso, que fue un paso clave, y fue el de arrancar con los dominios del conocimiento, es decir, permitir que desde entonces, una época digital, una época en red, el conocimiento no fuera aislado, no fuera solamente de una parte, sino que fuera un conocimiento de los expertos en las diferentes disciplinas que se extendiera por toda la compañía.
En 2011 estructuramos el Aqualogy Business Software con el fin de profesionalizar el desarrollo del software con el que trabajamos para transformar todos los procesos de la compañía. Paralelamente a ello, lanzamos la marca Agualogy que actualmente está integrada en todo Suez – y es lo que denominamos Suez Advanced Solutions-, que fue la precursora en dar una nueva aplicación a nuestro conocimiento. Sin la creación en su momento de Aqualogy, sin tener hoy lo que es el Suez Advanced Solutions, ninguno de los otros pasos para poder compartir y poder gestionar este conocimiento habrían sido posibles.
Hemos completado todo esto en 2013 con el acuerdo entre Agbar y el CDTI, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, para la coinversión en empresas de base tecnológica. ¿Por qué? Porque tenemos la necesidad de captar en el mercado todo lo que se está transformando a partir de un conocimiento abierto y compartido.
Por lo tanto, la Escuela del Agua no es un hecho aislado en nuestra compañía sino que forma parte de todas las medidas complementarias que hemos ido tomando para ser realmente una compañía que en estos momentos lo que gestiona es conocimiento. Y lo que añade valor a la sociedad, a nuestro negocio, a nuestro business, es ese conocimiento compartido.
Alguno de los hitos más recientes de la Escuela del Agua son los programas de formación con las mejores universidades o la formación profesional dual, algo de lo que todo el mundo habla pero que muy poca gente hace – y en general nuestra compañía hace posibles las cosas, es decir, nosotros somos los que hacemos posibles las cosas-. Sin duda, uno de los grandes retos que tiene nuestra sociedad en cuanto a formación dual es implementarla y ponerla en marcha. Y en paralelo a la formación dual, tenemos otro gran reto que se presenta ante la Escuela del Agua: la empleabilidad a través de las acreditaciones de las competencias profesionales, la formación inmersiva o la comunidad Alumni (que yo creo que es otro gran paso para poneros en red a todos los que han estado y estamos en la Escuela del Agua).
Otra de las características de la Escuela del Agua es que es abierta; la tenemos abierta, incluso, para la competencia. ¿Por qué? Porque lo que nos interesa es ser capaces de afrontar los retos de futuro, pero afrontarlos con empleabilidad.
Otro de los hitos de la Escuela del Agua es la contribución a la conciliación de la vida laboral y la formación continua. Este es uno de los elementos integrantes de nuestra compañía. Nosotros tenemos claro que una compañía hoy tiene que ser digital, tiene que ser innovadora, tiene que estar comprometida con la sociedad, tiene que estar comprometida con nuestros proveedores, tiene que estar comprometida con los ciudadanos. Y además, todos los que trabajamos en esta compañía tenemos que estar comprometidos con ella y, a su vez, la empresa debe estarlo con todos nosotros. Ambos conceptos son, en definitiva, parte de los hábitos saludables que hemos implantado, parte de las relaciones horizontales que tenemos entre todos nosotros en la Ciutat de l’Aigua – donde estas relaciones se favorecen-, son la posibilidad de colaborar en esas medidas emprendedoras como las start-up. Así pues, esa conciliación de la vida laboral y la formación continua no es más que uno de los retos que tenemos globalmente en la compañía de compromiso mutuo entre empresa y trabajadores.
Con respecto a los objetivos de la Escuela del Agua para el futuro destacaría los siguientes: consolidar la red de universidades, seguir incrementando y evidenciando el valor social de los distintos programas, continuar dando a conocer y posicionando la Escuela del Agua como instrumento para vehicular el conocimiento, y seguir siendo un referente en la innovación educativa.
Me gustaría destacar entre los objetivos la necesidad de ampliar el foco temático de la Escuela. Como compañía vamos a asumir retos distintos, los retos de ampliarnos (dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y dentro de una economía circular) en campos como el de los residuos, el de la agricultura o el de la gestión de territorios inteligentes. Una vez más, uno de los pilares para avanzar en todo ello va a ser la innovación. En este sentido, la Escuela del Agua será uno de los pilares básicos para que realmente podamos ampliarnos en cada uno de estos campos.
No son objetivos menores, pero estoy convencido de que dentro de un año, cuando nos volvamos a encontrar, podremos decir que hemos avanzado. Y estoy seguro de que podremos hacerlo, como he dicho antes, gracias al compromiso de nuestra gente, al de todos los que han trabajado, al de los alumnos y, obviamente, al de todos los profesionales de la organización que colaboran intensamente con la Escuela.
En tiempos como los de hoy, nunca dejo de mencionar que tenemos retos importantes como sociedad que no podemos olvidar: la lucha contra el cambio climático. La gestión eficiente para progresar hacia el acceso universal al agua y al saneamiento en un contexto en el que tenemos una urbanización y con un crecimiento demográfico sin precedentes. Y hoy, no podría olvidarlo, martes 17 de octubre, es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y también nosotros, desde nuestra gestión y desde nuestra actividad, hacemos nuestro ese objetivo clave que es la erradicación de la pobreza. Son retos a los que no podremos dar respuesta solos sino desde la fuerza de la colaboración entre la Administración, el mundo académico, las empresas, la sociedad civil, el tercer sector y, desde luego, desde el conocimiento compartido. Hemos de seguir trabajando conjuntamente con todos estos actores propiciando alianzas que ayuden a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y para que estos sean una realidad alcanzable.
Discurso pronunciado en el acto anual de la Escuela del Agua el 17 de octubre de 2017 en el Ágora del Museu Agbar de les Aigües.