El pasado mes de marzo de 2017 se registró en Alicante una de las mayores precipitaciones de su historia con 149 litros por metro cuadrado. Jugó un papel fundamental, en la reducción de daños, el parque urbano inundable de La Marjal que entró en funcionamiento almacenando cerca de 15.000 metros cúbicos (un tercio de su capacidad). No es la primera vez que su actuación ha sido determinante desde su inauguración en el año 2015 al intervenir cuando se registran fuertes lluvias proporcionando mayor seguridad a la zona.
La infraestructura desarrollada por Aguas de Alicante se encuentra junto a la playa de San Juan y tiene capacidad para almacenar hasta 45.000 metros cúbicos. Su construcción se realizó bajo estrictos criterios de sostenibilidad empezando por la reutilización de tierras movidas inicialmente que fueron aplicadas para dar forma al perfil topográfico del parque final. Además, tanto los estanques como el riego del parque se alimentan de agua regenerada.
El parque es también una buena inversión social, ya que se ha convertido en una nueva zona de recreo perfectamente integrada en el entorno y que destaca por su calidad paisajística y medioambiental. Su valor ha sido reconocido con el Premio Nacional de Jardinería y con la nominación al Premio Hábitat de Buenas Prácticas de la ONU.
La combinación entre infraestructura de utilidad con una marcada identidad sostenible, aportando valor añadido, son seña de identidad de las empresas del grupo. El Clot de Galvany, gestionado por Aigües d’Elx, es ejemplo de biodiversidad cuya supervivencia se asegura gracias a la utilización de más de medio hectómetro cúbico de agua regenerada al año procedente de la depuradora de Arenales del Sol.
El Clot del Galvany es el hábitat natural de algunas de las especies de aves más valiosas de nuestro país. Es el caso de la cerceta pardilla y la malvasía cabeciblanca, ambas especialmente protegidas por estar en peligro de extinción.
Nuestro objetivo es la creación de infraestructuras del ciclo del agua que puede generar valor ambiental, social y económico para su entorno. Es el caso de los humedales de depuración del Delta del Ebro. En esta zona, el agua procedente del cultivo extensivo del arroz (con una importante carga de materia en suspensión, nutrientes y contaminantes) es abocada a las bahías y lagunas, condicionando de forma importante la calidad de estos ecosistemas acuáticos de elevada sensibilidad y gran interés ecológico. SUEZ Spain realiza el tratamiento de esta agua pero ha ido más allá al haber hecho eje vertebrador de su actuación la conservación de la biodiversidad.
Más de 48 especies diferentes de aves acuáticas, 33 incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, viven en estos humedales donde también podemos encontrar importantes colonias de aves nidificantes.
A nivel mundial también tenemos ejemplos destacables de cara al futuro. En concreto, me refiero a la transformación de las plantas de tratamiento en biofactorías que está ejecutando Aguas Andinas. Un cambio de paradigma y un nuevo modelo de negocio que abandona el concepto de «residuo» y que lo valoriza en materia prima para generar nuevos recursos. Las biofactorías suponen una evolución en el contexto de desarrollo de infraestructuras en el sentido clásico, introduciendo servicios de valor agregado. Una evolución que ha sido posible gracias al trabajo conjunto de equipos en diferentes geografías, con Chile como punta de lanza a la hora de acometer proyectos concretos.
De esta forma, la empresa chilena será una de las primeras compañías en el mundo que logrará reducir sus emisiones a cero y podrá autoabastecerse energéticamente gracias a los procesos normales de su operación, en un horizonte de cinco años – más adelante dedicaré un artículo concreto sobre esta iniciativa-.
La intervención humana, en estos casos, se ha integrado a la perfección con las necesidades medioambientales, sociales y económicas de la zona. Debemos ser capaces de garantizar un suministro de calidad del agua con el respeto al ciclo de la vida donde la sostenibilidad sea el valor fundamental.