El miércoles 7 de febrero recibimos el premio «Excelentes del Año» otorgado por la Asociación por la Excelencia de los Servicios Públicos (AESP). En concreto, el galardón reconoce el Fondo de Solidaridad impulsado en 2012 de forma pionera por Aigües de Barcelona para garantizar el suministro de agua a las personas en riesgo de exclusión social. La iniciativa ha beneficiado a más de 19.000 familias y ha supuesto una inversión de 8 millones de euros con los que hemos logrado garantizar el derecho al agua.
Durante mi intervención en la entrega de premios destaqué los dos desafíos que como empresa tenemos por delante. El primero de ellos es hacer posible el acceso al agua potable y al saneamiento a todas las personas de una manera universal. Aigües de Barcelona nunca ha cortado el agua a nadie que no la pudiera pagar por motivos de pobreza.
El Fondo de Solidaridad nació en el año 2012 para dar respuesta a las crecientes necesidades de muchas familias a las que la crisis económica les comenzó a afectar de una forma muy importante. Optamos por canalizar estas ayudas de manera reglada y programática: llegamos a acuerdos con todos los servicios sociales de los 32 ayuntamientos del área metropolitana de Barcelona y con las ONG de máximo prestigio para que detectaran qué personas se encontraban en una situación de pobreza y, por lo tanto, en una situación de vulnerabilidad. Esta política ha sido reconocida por el Instituto de Evaluación de Políticas Públicas y por el propio Ayuntamiento de Barcelona, que ha aconsejado al resto de utilities que implanten el mismo sistema.
En la actualidad, el Fondo de Solidaridad sigue activo y tendrá que seguir manteniéndose en el tiempo. Es cierto que la entrada de nuevas familias se ha ido reduciendo en estos últimos años pero lo que sí hemos detectado es que una vez que se adhieren al Fondo se mantienen en situación de vulnerabilidad por lo que nuestro compromiso se mantiene.
El otro desafío que como empresa tenemos por delante es el cambio climático – un tema en el que creo que tenemos que estar todos absolutamente comprometidos si queremos asegurar que nuestras generaciones futuras puedan seguir viviendo de una determinada manera en este planeta-. La única manera de afrontarlo – como muy bien nos han marcado las Naciones Unidas a través de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible- es mediante una cooperación público-privada. Con las nuevas tecnologías, con la gestión más eficiente y, desde luego, con un desarrollo sostenible.
Es la primera vez que AESP concede estos premios, que pretenden reconocer a aquellas iniciativas, proyectos o procesos que suponen un paso adelante hacia la excelencia en la gestión de los servicios públicos. Una labor necesaria en nuestro país para que los que gestionan servicios públicos de forma eficiente sean reconocidos y que los que aún tienen camino por recorrer, sean impulsados a seguir el camino de la excelencia.