El 5 de junio fue elegido por Naciones Unidas para celebrar Día Mundial del Medio Ambiente. Bienvenida sea esta celebración, si así contribuimos a despertar conciencias, establecer compromisos y anudar acuerdos en torno a esta gran cuestión.
Queremos aprovechar la oportunidad que nos brinda esta fecha para reflexionar sobre la salud del planeta en estos tiempos de transición, con no pocas incertidumbres. Queremos poner en común ideas e invitar a la acción para construir un futuro mejor.
Vivimos en un mundo líquido en el que nunca faltan sorpresas y retos. Desde la antigua Grecia clásica, sabemos que la dialéctica de la historia se resuelve con soluciones y respuestas nuevas que superan las tensiones entre contrarios. Ahora, el tiempo discurre mucho más deprisa, las cosas cambian con más rapidez y el mundo se nos ha ensanchado hasta hacerse un gran espacio único.
La sucesión de acontecimientos nos obliga a repensar las cosas continuamente, a dar mayor cauce a la fuerza de las ideas. Debemos ser más que constantes en la reflexión. Tanto desde la Fundación Aquae como desde el Grupo Aguas queremos mantener vivo el debate para mejorar la sociedad en la que vivimos. Lo hacemos desde una realidad que da un añadido de éxito a cualquier proyecto: la pasión por el agua. Es lo que mejor conocemos y gestionamos. Es, además, el elemento que en cada momento nos acerca a las personas, y las personas son lo más importante con lo que contamos.
Confiamos en la capacidad de generar pensamiento e innovación en red, cooperando e intercambiando. De forma resumida, podría decir que conocimiento, cooperación y compromiso -con la sociedad y las personas ¿ son los tres pilares con los que creemos debe afrontarse el futuro. El conocimiento nos permite innovar, convencidos de que, en algún momento, contaremos con tecnologías disruptivas también en el ámbito del agua. El conocimiento son las personas.
Amenazas como la escasez de materias primas y alimentos, incremento de la necesidad de energía o los déficits de agua exigen también gobernanza y capacidad de gestión. Por eso entendemos la cooperación como un nuevo talento fruto de un diálogo fluido, de saber escuchar y de la reciprocidad, de abanderar una actitud dialógica que conduzca a compartir objetivos de interés común, con una apuesta inquebrantable por el desarrollo sostenible.
Alimentos, agua y energía, constituye una tríada básica del armazón del desarrollo sostenible que reclama de todos los agentes una visión integral y una actuación conjunta. Para que el futuro sea distinto y el planeta sostenible, estamos obligados, más que nunca, a aunar esfuerzos, a cooperar de manera proactiva entre todos. La globalización nos permite trabajar en red, conectar territorios, ámbitos del saber, personas e ideas. Estamos aprovechando todo ello para impulsar, desde el convencimiento del poder transformador de las ideas, una gran comunidad global del conocimiento del agua. En el centro: las personas.
Publicado en la Fundación Aquae