Los avances de los últimos años en el acceso al agua potable y al saneamiento no deben esconder una realidad preocupante: la desigualdad. La sentencia proviene de Léo Heller, relator especial de Naciones Unidas para la defensa de este derecho humano, reconocido como tal hace solo siete años. Para Heller, los grupos desfavorecidos deben ser priorizados en base al principio de no discriminación porque, en caso contrario, no será posible alcanzar las metas descritas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La afirmación es sin duda válida si nos referimos a las más de 660 millones de personas que a día de hoy no tienen acceso al agua potable y a las cerca de 842.000 muertes que se registran anualmente relacionadas de forma directa con la utilización de fuentes de agua no seguras. Además, también es válida cuando hablamos de las personas que han recibido un impacto mayor durante la crisis económica que ha sufrido nuestro país – y que a día de hoy siguen teniendo dificultades para afrontar el pago de los recibos, entre ellos, el del agua-.
Como gestores de un derecho humano y prestadores de un servicio esencial, nunca hemos dejado sin suministro a nadie que no pueda hacerse cargo de la factura. Precisamente, con el fin de garantizar el derecho al agua a las personas en riesgo de exclusión social, creamos en 2012 el Fondo de Solidaridad, al que hemos destinado más de 5,7 millones de euros para atender a unas 50.000 personas, lo que equivale a 16.000 familias.
Desde ese año, registramos un incremento anual del 5% de familias que se acogen a este Fondo. Desgraciadamente, la cifra no se ha detenido. De hecho, en lo que va de 2017, el dato ha aumentado en un 3,5% con respecto al año anterior. En consonancia con el diagnóstico de Léo Heller, el agua nos describe un panorama social concreto y, en este caso, nos indica el aumento de la desigualdad.
Nuestro compromiso ha ido más allá. Siendo muy conscientes de la situación de muchas familias, en los últimos seis años, el coste de nuestro servicio ha aumentado al mismo nivel que el IPC. Por lo tanto, significa que hemos sido eficientes en nuestra gestión y, en cambio, el precio del agua ha subido por otras variables que no dependen de nosotros, tal y como se puede apreciar en la siguiente gráfica.
Evidentemente, el incremento en el precio del agua ha provocado la subida del recibo que finalmente reciben las familias que, además, viene condicionado por diversas tasas que provienen de otras administraciones. Nuestro servicio, dentro de una factura, supone el 34% del importe total.
Estamos en sintonía con lo defendido por Naciones Unidas y que se recoge en el Informe elaborado por Heller, profesor del Departamento de Ingeniería Sanitaria y Ambiental de la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil), donde se incluye una cuestión que a priori podría resultar controvertida. «El agua no tiene que estar disponible de forma gratuita, salvo en situaciones en que las personas sean incapaces de pagar por ese servicio», recoge el texto de forma rotunda, estableciendo que la cantidad abonada por el agua no debe impedir que las personas accedan a otros bienes y servicios esenciales garantizados por los demás derechos humanos, como los medicamentos, el alquiler y otros gastos relacionados con la vivienda y la educación.
El documento presentado ante la Asamblea General de Naciones Unidas establece también que el derecho humano al agua es una cuestión distinta de la forma que se elija para su gestión, sea ésta pública o privada. Lo que sí se afirma con claridad es la obligación de todos los agentes, estados y proveedores de servicio de someterse a una efectiva rendición de cuentas.
Tal como ya hemos abordado en este blog, la gobernanza debe ser una cuestión prioritaria basada en los siguientes principios generales: efectividad, eficiencia, confianza y participación. Somos muy conscientes de nuestra responsabilidad y, por ello, seguiremos aportando todo lo que esté a nuestro alcance para hacer efectivo el derecho humano al agua y el saneamiento.
Traté esta y otras cuestiones en la entrevista que concedí al programa 8 al dia de Josep Cuní, en 8TV, el pasado 23 de marzo de 2017, accesible mediante el siguiente enlace: