En una localización singular y privilegiada, la Facultad de Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena, ubicada en un antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería, unieron voces e ideas hace unos días cerca de un millar de personas para celebrar una nueva edición, y con esta ya son cuatro, de Aquae Campus.
Es curioso cómo algunos puntos geográficos cobran una importancia especial en distintas épocas de la historia. De eso sabe mucho la ciudad de Cartagena, antigua Carthago Nova, y que fue durante siglos un asentamiento clave primero para cartagineses y después para romanos, manteniendo su estatus como ubicación estratégica hasta muchos siglos después.
Hoy en día los centros neurálgicos del mapamundi los marcan la economía (con las bolsas de Nueva York, Tokio o Londres), la tecnología (Sillicon Valley en EEUU, la región de Shezhen en China o Bangalore en India), e incluso el conocimiento (el MIT en Boston o el CERN en Suiza).
Estamos acostumbrados a escuchar cómo investigadores, científicos o start-ups ubicados en estos lugares del mundo han hecho un descubrimiento o han creado una máquina que cambiará nuestras vidas. Inconscientemente asociamos la innovación y el futuro a estos «puntos calientes» del mapa, que sin duda son clave, pero no son los únicos.
En Fundación Aquae impulsamos el conocimiento, la investigación, la ciencia, la innovación, el talento y el emprendimiento en nuestro día a día, en nuestro país, ciudad o pueblo, en nuestro entorno más inmediato. Y esto es precisamente lo que reivindicamos en un encuentro como Aquae Campus o en los Aquae Talent Hub: hay mucho talento, muchas ideas revolucionarias entre nosotros, y en Aquae generamos espacios donde «destaparlas», lugares donde lo invisible se puede hacer visible.
Al igual que Juan Fernández marino y explorador nacido en Cartagena y que en el siglo XIX descubrió Nueva Zelanda, en Fundación Aquae nos gusta explorar, imaginar lo que hay más allá de lo ya conocido. Porque como sucedió con los descubrimientos de tierras ignotas, que eran lugares ya existentes y generalmente poblados, los innovadores, aquellos que exponen ideas pioneras y revolucionarias, a veces lo que hacen es ayudarnos a ver con otros ojos lo que ya existía. Y esto no es poco.
Ese es el ejemplo de David Calle, ingeniero y profesor, ejemplo de vanguardia por algo «aparentemente» tan poco innovador como es dar clases de ciencias. Unicoos, su plataforma educativa online – de acceso libre y gratuito- cuenta con casi un millón de suscriptores y muchos de sus vídeos superan las 100.000 reproducciones.
Los temas que aborda en este portal pueden parecer, en principio, poco llamativos para los menores como es el caso del flujo magnético, las ecuaciones de primer grado o las integrales. Y su «revolución», la que hace que cientos de miles de personas le sigan en todo el mundo, nació con su idea de explicar las materias más áridas de los estudios de ciencias de una manera amena, didáctica y cercana y subirlas a una plataforma que multiplica su efecto. Hoy todo es más fácil de compartir con herramientas como Youtube, una herramienta que – por cierto- inventaron otros que también han revolucionado el espacio y la forma de comunicar y enseñar y han tejido un novedoso entramado de redes visibles e invisibles.
En ese proceso de ver con otros ojos lo que ya existía, las personas con más talento juegan un papel fundamental. Es el caso, por ejemplo, de Mariola Urrea, referente de excelencia como profesora titular de Derecho Internacional Público con la que logramos tejer nuevas redes de innovación, visibles e invisibles, que afectan a nuestra forma de vida.
Tanto Mariola Urrea como David Calle son parte del nuevo Consejo de Estrategia y Supervisión de la Fundación Aquae, integrado también por Emma Fernández, experta en tecnología, innovación, gestión del talento y liderazgo femenino y Aziza Akhmouch, responsable de la Iniciativa de Gobernanza del Agua de la OCDE. Abrimos las puertas de la Fundación a personas cuyo talento nos inspire igual que han inspirado antes a muchos en sus respectivas trayectorias. Lograr que sus ideas (invisibles) y la materialización de las mismas (visible) nos ayuden a cambiar y mejorar el mundo.
Los inventos son quizá la forma más antigua de innovación. Otro cartagenero, Isaac Peral, que diseñó el primer submarino a propulsión, es un ejemplo de innovador y emprendedor. A pesar de su reconocimiento, el Ministerio de Defensa de la época no le compró su invención. Ser capaces de conseguir apoyos sólidos es una lucha que a día de hoy muchos emprendedores tienen que seguir librando.
Por eso, en Fundación Aquae apoyamos la innovación en sus fases más tempranas, con los Premios Innova, que se entregaron durante el Aquae Campus. El Premio Innova Social fue para Cristina Balbás, que a través de una metodología propia fomenta vocaciones científicas en niños y niñas de educación primaria. Lo hace a través de su empresa social Escuelab que tiene en plantilla a 8 personas. Por su parte la start-up Useful Wastes, creada por dos antiguos alumnos de la Universidad Politécnica de Cartagena, se hizo con el Premio Innova Sostenible de este año, con un proyecto que convierte los residuos generados en los procesos de desalinización del agua, en lejía doméstica, contribuyendo así a la construcción de una economía circular, en la que se reducen y reutilizan al máximo los residuos generados de cualquier proceso industrial.
Y como en toda actividad de la Fundación, en Aquae Campus hubo tiempo para disfrutar de la cultura. Valerie Miles, escritora, editora y fundadora de la revista Granta en Español nos inspiró con su manera de mirar las ideas como «hijas de la pasión, la dedicación y la tenacidad» y la cultura como un «gran laboratorio de ideas».
Nací cerca del Mediterráneo y en su proximidad es habitual que discurra gran parte de mi día a día. De ahí, mi conexión con una ciudad como Cartagena, un lugar – como he descrito- de pioneros e inventores que han ido forjando una sociedad marcada por el diálogo entre culturas y la emprendeduría. Nos reflejamos en su legado.
¡Gracias a todos por compartir con nosotros una nueva edición de Aquae Campus! Gracias a Cartagena por hacerlo posible.
Este artículo ha sido publicado en el Aquae Blog.