Cada 15 de octubre recordamos la importancia de realizar un gesto tan cotidiano como el lavado de manos con agua y jabón. Una acción para nosotros habitual, pero que en muchas partes del planeta sigue siendo inaccesible. Universalizarla es un punto prioritario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ya que se trata de una de las medidas más sencillas y eficaces de aplicar para acabar con las enfermedades infecciosas.
En un reciente informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef (Progresos en materia de saneamiento y agua: informe de actualización de 2017 y evaluación de los ODS) se realiza la primera evaluación mundial de los servicios de agua potable y saneamiento «gestionados de forma segura». Su principal conclusión es que aún hay mucho trabajo por hacer (3 de cada 10 personas carecen de acceso a agua potable y disponible en el hogar, y 6 de cada 10 carecen de un saneamiento seguro).
Recuerda el informe que muchos hogares, centros de salud y escuelas aún carecen de agua y jabón para lavarse las manos, lo que aumenta de forma considerable el riesgo de contraer enfermedades como la diarrea (361.000 niños menores de 5 años mueren cada año a causa de esta enfermedad). El saneamiento deficiente y el agua contaminada también están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, la disentería, la hepatitis A y la fiebre tifoidea.
El documento, que recoge por primera vez la monitorización del porcentaje de personas que disponen de instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón, muestra variaciones de forma notable en los 70 países con datos disponibles, desde el 15% de la población en África subsahariana hasta el 76% en Asia occidental y África del Norte.
Desde nuestro grupo, como garantes y gestores de un derecho humano, tenemos mucho que aportar en este ámbito. Lo estamos haciendo con proyectos como el que realiza la Fundación Aquae junto a Unicef en la Amazonía peruana, con el que hemos llevado agua potable de calidad a 5.000 familias.
Una parte esencial de esta iniciativa es la utilización de herramientas de comunicación social para mejorar el conocimiento y las prácticas de cuidado e higiene en el hogar y de manejo de conservación del agua, para contribuir a la prevención de enfermedades prevalentes como las diarreas y la parasitosis. El lavado de manos está jugando un papel crucial en la mejora de la salud de estas comunidades.
Dos siglos después de que el médico húngaro Ignác Semmelweis demostrase la importancia de esta medida higiénica, debemos seguir avanzando para lograr que sea un gesto cotidiano y universal que nos permita conseguir las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.