La literatura, el arte, la música o la poesía: todas han definido a su manera el concepto de «agua», en cada corriente artística encontramos un approach al concepto holístico de agua. Históricamente se ha relacionado la literatura con diferentes puntos de vista sobre la importancia de los recursos hídricos.
Ya Leonardo Da Vinci apuntaba: «El agua, humor vital de la terrestre máquina, se mueve mediante su calor natural. Es el vehículo de la naturaleza. Contra los ríos salidos de madre no existe defensa humana posible. El agua que surge de los montes es como la sangre que presta vida a la montaña. Si esa agua viene a derramarse a través de una perforación hecha en la montaña, la naturaleza, defensora de sus criaturas, obedeciendo al generoso deseo de remediar a la falta de fluido derramado, prodigará entonces sus solícitos cuidados necesarios.»
Estudio del agua de Leonardo Da Vinci: Sistema de irrigación
También Gabriela Mistral, pseudónimo de la poeta y diplomática con un Nobel de Literatura Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, con su poesía «Elogio del agua» nos transporta a diferentes puntos del globo. Todos con una característica común: el agua.
El agua de los canales, agua de ingenierías
de hombre, que corre como un paño
burgués por su camino sin sorpresas,
Cleopatra vieja que renegó la aventura
a fin de seguir viviendo…
Gonzalo Rojas, poeta y profesor chileno de la Generación del 38, en «Tres rosas amarillas» reflexiona sobre unos de los elementos más preciados de la tierra.
Señal gozosa
asiria mía que lloverá
le digo a la sábana
blanca de la página, fijo
que lloverá,
Dios mío
Que lo sabía lo hizo en siete.
Aquí empieza entonces la otra figura del agua.
Podría citar mucho más, pero sólo he hecho alusión a aquellos que me emocionan de una manera especial. Leer y promover grandes obras es conocimiento, y la difusión de este conocimiento permite a jóvenes y mayores descubrir orígenes y finales, entender el porqué de muchas de las cosas que estamos viviendo. En este último lustro, la promoción y recuperación de las obras literarias de cabecera ha evolucionado. La comunicación 2.0 es esencial en la actualidad. Podemos compartir citas, libros o experiencias con gente de cualquier parte del mundo a un solo click. La comunicación es la clave para poder conseguir la proximidad entre personas de todo el mundo que tanto se estila hoy en día.
Es preciso, cuando aún estamos a tiempo, dar un salto cualitativo, cambiar de registro y abrirnos a nuevas situaciones, exhibir nuestro saber en ese gran escaparate que es el resto del planeta vía la comunicación 2.0. Paradójicamente, el futuro que se perfila nos está haciendo, simultáneamente, más universales y más particulares. Esta circunstancia, lejos de ser obligadamente un obstáculo, debe representar un factor de ventaja, un valor añadido: nuestro conocimiento puede llegar mucho más allá de nuestro entorno más cercano. El aprendizaje se expande y la cultura empapa todo aquello que leemos.
Nuestro compromiso con el conocimiento de base, el conocimiento que estructura la sociedad es el que nos ha conducido a apoyar a la RAE en su publicación de los «Anejo de los Grandes Clásicos«. No se los pierdan, forman parte de nuestra manera de ser.