En el artículo La Transformación continúa en la Ciutat de l’Aigua, publicado en este blog el pasado mes de enero, ya manifesté el cambio que está desarrollando nuestro modelo de trabajo. El paso de la torre Agbar a la Ciutat de l’Aigua en la Zona Franca fue más que un cambio de ubicación, se convirtió en una oportunidad para avanzar en nuestra forma de trabajar basada en tres elementos fundamentales: la cooperación y colaboración entre profesionales, la integración de más desarrollo sostenible en todas nuestras actividades y la conciliación entre la vida personal y laboral.
La cooperación y colaboración entre las más de 650 personas que trabajan en la Ciutat de l’Aigua ha venido propiciada, en gran medida, por la disposición de espacios más abiertos que favorece la transferencia de conocimientos entre profesionales de distintas áreas que saben aprovechar una estructura más horizontal, abierta y participativa.
Los profesionales tienen en la Ciutat del Agua diferentes tipologías de espacios que responden a sus necesidades pudiendo elegir así donde realizar mejor su trabajo. Los entornos son colaborativos y facilitan el trabajo en equipo. Nuestro modelo de trabajo impulsa los equipos multidisciplinares y los encuentros, pero también la concentración y la reflexión.
Otro elemento clave de cooperación son los ambassadors, de los que también hablé en el artículo del mes de enero, auténticos promotores del cambio organizacional y punta de lanza para divulgar el proyecto e involucrar a sus compañeros a la vez que canalizan las necesidades de todos.
En el centro de nuestra organización están los profesionales que con su creatividad y dedicación generan una auténtica cultura de innovación que se ha testado a través de acompañamiento y formación en metodologías ágiles como lean start up y que se ha materializado en cinco modelos de negocio para mejorar nuestra organización. Estas cinco propuestas son: MeetUp, para una nueva propuesta de comunicación interna; CO2, para reducir las emisiones de C02 en el edificio; Barrio Sostenible, para abrir la Ciutat de l’Aigua al barrio a través de iniciativas de voluntariado; CDA Print, para mejorar la gestión de los residuos, y Proyecto Trainee, para organizar estancias temporales en diferentes departamentos.
Otro aspecto importante en nuestra ambición de convertirnos en una organización más ágil y eficiente, ha sido el modelo de oficina ‘Sin Papeles’. Esta política nos permite disponer en cualquier momento de los documentos necesarios en formato digital para así reducir nuestra huella de carbono, lo que nos hace más sostenibles y funcionales. El traslado de Torre Agbar a la Ciutat de l’Aigua supuso un punto de inflexión importante. Hoy en día, la oficina ‘Sin Papeles’ es una realidad, permitiendo una mayor adaptación a las necesidades de cada momento y de cada cliente.
El desarrollo de talento es un aspecto capital por lo que hemos dotado a los profesionales de la tecnología adecuada para trabajar de forma flexible y eficiente. En este sentido, nos hemos esforzado a través de la creación de un genius bar tecnológico y de la figura de superuser, para que los trabajadores reciban la formación necesaria que permita incrementar el uso de las nuevas herramientas online consiguiendo un entorno digital más fluido.
Nuestro modelo de trabajo tiene también como objetivo ganar agilidad en los procesos combatiendo los ladrones de tiempo, como el uso excesivo del email o la acumulación de reuniones, y el establecimiento de un progresivo cambio cultural en estos aspectos.
La conciliación laboral es otro elemento de este nuevo paradigma de trabajo. Estamos consolidando un modelo más flexible no solo dentro de nuestra oficina sino también fuera de ella a través de un piloto de trabajo flexible en el que han participado 80 personas y cuyos resultados acreditan como esta posibilidad nos hace no solo más ágiles, reactivos, orientados a resultados y productivos sino que nos permite también equilibrar mejor nuestra vida personal y profesional.
La consolidación de una nueva manera de trabajar tiene que venir acompañada de una evolución cultural en la que es fundamental la implicación y participación de todos. Únicamente de esta forma lograremos que el cambio que planteamos sea sostenible en el tiempo.