Sant Jordi es siempre una fecha muy especial por su capacidad de sacar a la gente a la calle con el reclamo de la literatura, la cultura y el arte. Normalmente es un día laborable, sin embargo, este año coincide en sábado. Por lo tanto, me será más fácil disfrutar durante el día de hoy de un paseo por las calles de mi ciudad, Barcelona, para observar con detenimiento los detalles incomparables que ofrece esta jornada.
Pequeños instantes que me gusta atesorar en mi memoria, como el niño que ofrece una rosa a su abuela con su mejor sonrisa, la mujer que está indecisa entre dos libros que regalar a su marido, el padre que lee a su hija un cuento recién estrenado, la pareja de novios que pasea enamorada ajena al gentío que abarrota Las Ramblas o los turistas que miran sorprendidos el jolgorio de una festividad para ellos desconocida, pero para nosotros tan querida.
Es un día, por lo tanto, de exaltación de la cultura y del arte de leer y de escribir. En mi opinión,el hábito de leer es, en estos tiempos líquidos de cambio en los que vivimos, el ancla que nos mantendrá lúcidos y serenos en un mar de incertidumbres. Los libros son una herramienta de comunicación entre generaciones, de transmisión de conocimiento, de almacenaje de las experiencias vividas, algo que, sin ellos, quedaría a merced del olvido. La lectura y la escritura son nuestro pasaje a un futuro donde la cultura y la educación primen por encima de todo. Como diría Umberto Eco «en tiempo de talibanes resulta un placer generoso leer un libro».
Por estos motivos, me satisface poder escribir en este blog que el pasado 5 de abril presentamos en la sede de la RAE en Madrid un número especial de la revista Granta en Español dedicado íntegramente al agua. Como presidente de la Fundación Aquae, es un verdadero honor haber colaborado con Granta en la edición y publicación de este monográfico, ya que es una de las revistas más importantes a nivel mundial. De hecho, ha sido calificada por el mismo New York Times como «la más elogiada». El número Agua reúne textos narrativos y poéticos de gran diversidad que tienen en común el agua como hilo conductor. Han sido escritos por autores de prestigio como Claudio Magris, Olvido García Valdés, Frederic Amat, Marina Perezagua, Eduardo Lago, Helen Oyeyemi, Laszlo Krasznahorkai, Elvira Lindo, Enrique Vila Matas, Chantal Maillard o Santiago Roncagliolo, que han unido sus voces para rendir homenaje al agua como origen de cultura, literatura y vida.
Debo confesar que me hace especial ilusión la publicación de este número porque aúna mis dos grandes pasiones: el agua y la literatura. Por un lado el agua, con la que tengo la enorme suerte de trabajar cada día y la que concibo no solo desde una perspectiva profesional, tecnológica y científica, sino también desde un ángulo reflexivo y vital. Por otro lado, la literatura, que ha sido desde siempre una de mis mayores aficiones y que me ha aportado sosiego e inspiración.
Nuestra colaboración con Granta se enmarca en un contexto de valores que compartimos y que nos unen. El principal es la innovación, a través de la promoción del talento de las personas, tanto el ya consagrado como aquel talento incipiente que está por descubrir y potenciar. Además de innovar, nosotros en el ámbito del agua y Granta en el de la literatura, compartimos una visión abierta, integradora y social.
Por otro lado, gracias a esta colaboración, he tenido la oportunidad de escribir un artículo para la sección «Meandros» de Agua. Ha sido una experiencia que valoro muchísimo porque me ha permitido acercarme a mi relación con el agua de una manera que no había hecho nunca, desde una perspectiva muy personal e íntima. Como explico en mi artículo de Granta, nací en Manresa, ya que mis padres vivían en un pueblo cercano, cuya iglesia románica está en el embalse de la Baells, responsable de suministrar agua a toda el área metropolitana de Barcelona. El ejercicio de escribir, de plasmar en papel mis recuerdos, mis reflexiones y pensamientos, me ha hecho darme cuenta de que mi contacto permanente con el agua empezó desde bien temprano en mi vida y de que, a día de hoy, me sigue acompañando.
Tal y como humildemente he hecho yo en el artículo, miles de escritores y artistas se han inspirado en el agua a lo largo de la historia. Es un recurso esencial para la vida, pero también fuente inagotable de inspiración para la literatura. Precisamente, el pasado 7 de abril celebramos el aniversario de nacimiento de Gabriela Mistral, poetisa chilena que escribió uno de mis poemas preferidos, Elogio del agua, cuyos versos recogen la naturaleza del agua en todas sus expresiones ,incluyendo también «el agua de los canales, agua de las ingenierías de hombre», que a mí me toca muy de cerca.
Tenéis mi compromiso personal que desde Agbar seguiremos promocionando la literatura, la escritura, la cultura y la educación con acciones como la publicación de Agua o la colaboración que mantenemos con la RAE para la edición y difusión de grandes clásicos y para la elaboración del Diccionario del Español Jurídico. En Agbar, generar sinergias entre ciencia y arte es una de nuestras mayores pasiones. En nuestro trabajo, gracias a la tecnología, intentamos hacer que vivir sea más fácil, en cambio, el arte y la literatura consiguen que queramos vivir, es decir, que la vida sea algo realmente emocionante. Por eso os invito a leer el número Agua de Granta y a llevar el espíritu cultural y literario que hoy flota en el aire a lo más profundo de vuestro ser para disfrutarlo cada día del año.