Este texto corresponde al discurso de agradecimiento de Ángel Simón al Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR) por el reconocimiento a las iniciativas de Agbar para garantizar el servicio de agua a las personas en situación de vulnerabilidad.
Buenos días presidente de OSUR y a todas y todos los asistentes a este acto, es un placer estar aquí con vosotros.
Muchas gracias por este reconocimiento, que permite poner el foco en la trayectoria y el compromiso de nuestra compañía en materia de acción social. Concretamente, hoy recibe este reconocimiento Aigües de Barcelona, que de manera decidida incorpora las iniciativas con las personas en situación de vulnerabilidad como una prioridad.
En Agbar situamos desde siempre a las personas en el centro de nuestra actividad, y en especial a aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Mediante el impulso de programas e iniciativas de acción social, claves en la estrategia de nuestra compañía, nos comprometemos a reducir las desigualdades y promover una sociedad más equitativa, inclusiva y solidaria, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS).
Permítanme empezar ahora con una reflexión sobre el papel de las empresas en nuestra sociedad actual, marcada, entre otros, por retos globales importantes como la reconstrucción post-COVID 19, el cambio climático y las desigualdades sociales -y el efecto desigual a los desafíos a los que nos enfrentamos, con especial afectación sobre las personas en situación de vulnerabilidad-.
Más que nunca, en el contexto de la pandemia, las empresas han demostrado ser aliadas decisivas en la defensa del interés general. El tejido empresarial ha contribuido, y está contribuyendo, a superar la crisis manteniendo su actividad habitual y concretando iniciativas que ayuden a generar actividad económica y de acción social.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, Agbar ha reforzado todas sus medidas, con el fin de garantizar, en todo momento, el suministro de agua a todas las personas. Pusimos en marcha también nuevas iniciativas, por ejemplo, de ayuda a pymes y autónomos para paliar los efectos económicos de la pandemia mediante facilidades en el pago de la factura.
Es esencial que las diferentes instituciones – el sector público, el sector privado, el mundo académico y el tercer sector, entre otros – avancen de manera coordinada para hacer frente a los retos.OSUR es un buen espacio en el que se refleja la importancia de la colaboración público-privada.
En este contexto, complejo e inestable, el modelo de empresa del siglo XXI ha evolucionado para integrar nuevos requisitos clave. A mi entender, la empresa de hoy debe:
• Generar valor para toda la sociedad;
• Satisfacer una necesidad social;
• Y contraer un compromiso firme con los grupos de relación.
Las empresas formamos parte destacada del tejido social, productivo e institucional para transformar y remontar la situación actual. Es imprescindible para ello seguir fomentando el contrato social como marco de trabajo para el progreso conjunto. Este contrato social establece importantes compromisos con todos los grupos de interés, de la mano del desarrollo sostenible y de la innovación.
En materia de compromiso social, las administraciones, empresas y entidades del tercer sector tenemos la responsabilidad económica, social y moral de trabajar juntos para revertir las tendencias de empobrecimiento de los últimos años. Mantenemos, en este sentido, una relación estrecha y destacable, como veremos durante la jornada de hoy, con Cruz Roja y con Cáritas, aquí presentes. 250 entidades en los diferentes territorios.
Asimismo, la comunicación permanente con las personas que forman la empresa, los trabajadores, es una pieza fundamental de toda estrategia corporativa −más aún en el actual contexto− para conformar medidas consensuadas y seguir progresando con mayor cohesión.
En el sector del agua concretamente, en 2010, las Naciones Unidas reconocieron el derecho humano al agua y al saneamiento, a la vez establecieron las condiciones necesarias para que fuera realidad. “El abastecimiento de agua por persona debe ser suficiente y continuo, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible”. Como gestores de un bien esencial, las características descritas por las Naciones Unidas, son seña de identidad en nuestra gestión convirtiéndonos, por tanto, en garantes de este derecho humano en los territorios donde estamos presentes.
El hecho de garantizar este derecho al agua nada tiene que ver con la forma que se elija para su gestión. Lo que sí se recoge con claridad es la obligación de todos los agentes proveedores del servicio a someterse a una efectiva rendición de cuentas.
En este sentido, y convencidos de que tan importante es hacer las cosas como contarlas, en Agbar celebraremos – por segundo año consecutivo – un ejercicio pionero en nuestro entorno: una Junta General de Grupos de Interés, en el que rendimos cuentas y establecemos compromisos con: trabajadores, proveedores, clientes, accionistas, e incluso el conjunto de la ciudadanía: os invitamos a seguirla por streaming el próximo 8 de junio, es abierta a todos. Debemos mantener siempre, como organización, un diálogo constante y abierto.
La Junta General de Grupos de Interés es un instrumento de gobernanza que complementa la Junta de Accionistas. Con todos los grupos de interés debemos mantener siempre, como organización, un diálogo constante y abierto.
De igual manera, es importante contar con elementos de medición, parámetros que nos ayuden a confirmar como progresamos en la mejora de la calidad de vida de las personas. Es la clave para poder seguir trabajando desde la excelencia, siguiendo la hoja de ruta europea con los indicadores ESG −Environmental, Social, Governance− que se refieren a factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo, esenciales a la hora de establecer estrategias sostenibles y hacer trazabilidad.
En este aspecto, en el eje social, pero con implicación para los demás, destaca nuestra actuación precisamente para garantizar el derecho humano al agua.
En definitiva, ante los desafíos que afrontamos como sociedad, el modelo de empresa sostenible debe integrar una visión tanto ambiental como social, mediante iniciativas de referencia que dan valor a toda la sociedad y mejoran la calidad de vida de las personas.
También quisiera insistir en la importancia de las alianzas entre todos para desarrollar respuestas efectivas. Nadie individualmente podrá hacerlo solo. Debemos cooperar y avanzar conjuntamente. Personas en el centro.
Muchas gracias a todos.